Espíritu de una era. ¿Qué define mejor el de esta, los televisores de plasma, los carros de combate con pintura de desierto, la cámara de vigilancia? La red, web en inglés, tela de araña, una red que atrapa, que se inmiscuye, que lo impregna todo y que todo lo quiere saber. Los comerciantes de comunicación ¿primero crearon la escasez de relación o tan solo aprovecharon el momento? Y en este occidente desquiciado, nos lanzamos desesperados a buscar esas palabras, esa comprensión, ese afecto que ni damos ni encontramos en el vecino.
Desvinculados de nuestra propia comida, todos los días mecanicamente nos dedicamos a esa tarea absurda, a veces totalmente incomprensible, que es trabajar. Poco tiene que ver con la vida en sí, cambiamos horas por vales de comida, de casa, de comodidad, de supervivencia, y se nos dice que salimos ganando, liberados de la inseguridad de la tormenta y el fuego, presos de la competitividad y de la codicia del patrón.
No hay libertad. Cuando tus horas pertenecen a otros, no la hay. Cuando las pantallas reflejan y moldean tus pensamientos desde niño, no la hay. Cuando ves que cierran cada vez el cerco, y que pueden hacerlo, y reconoces que toda esa palabrería democracia, soberanía, justicia era todo un escenario, ves que no la hay. Y el Poder se muestra cada vez mas obsceno y descarado, ahora que nos tiene enfermos y cautivos. Se ríe de nosotros tras los muros de escudos de metacrilato, fuerzas de seguridad (¿de quien esa seguridad?), nos compra a los necesarios para perpetuarse, traidores a sus hijos por un cargo o un sueldo vitalicio.
Al igual que nosotros no somos capaces de renunciar a tanto para que otros coman, y hacemos todo lo posible por alimentar nuestros coches y nuestras neveras, así harán los coleccionistas de diamantes para con nosotros: ¿que hace falta para mantenerse arriba? ¿Cuanta gente es prescindible para, con menos recursos, seguir bebiendo Moët Chandon? ¿Cual es el nivel de libertad permisible en las masas para que se sostenga una desigualdad cada vez mayor? ¿Acaso no disponen cada vez mas de los medios, las herramientas, las máquinas, las tecnologías, para obtener un control no ya de la masa, sino personalizada de cada individuo? ¿Acaso alguna vez ha existido una técnica para el sometimiento y no ha sido utilizada?
Esta todo previsto. Zeitgeist. En una broma macabra a veces lo oculto se puede esconder mejor dejandolo a la vista. Espíritu de una era. Conocimiento, información, proceso de las emociones y el sentir de cada uno de nosotros. Winston leyendo a Goldstein, cuando este no es ya mas que un producto del sistema represor, una vacuna contra la disensión y la revuelta.
Hace ya tiempo que el capital no precisa de la fuerza de trabajo de la persona humana. Pero, ¿que puede ocurrir cuando el capital en sí es capaz de generar potencia intelectual mayor que la disponible por la persona humana? ¿que puede ocurrir si cada día, con mas y mas fervor, alimentamos ese capital computacional con datos, datos y mas datos sobre como vivimos, como nos comportamos, que hace que nos movamos, cuales son nuestros sentimientos y nuestras debilidades?
Mal final le veo a esta partida de ajedrez, a no ser que hagamos algo de veras imprevisible e inesperado.
lunes, 30 de marzo de 2009
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