Unas palabras arrebatadas
a la vorágine del lunes
para calmar el hambre
de esa fiera que me habita
sigilosa cazadora
que me atenaza y hiere
Silencio es tu nombre
retumba en los huecos vacíos de mi interior
en las oscuras habitaciones vacías
donde habitaste
Melodía callada y muda
que sin saberlo yo
en un día luminoso
resuena por dentro
como serpiente venenosa
su veneno dulce
nostalgia de ti
me enfría el alma
la ausencia de tu risa
se me va a convertir en equipaje
yo que solo pedí eso
me sorprendo ahora cargando con esta maleta
volveremos al lunes
cerraremos el poema
apretaremos los dientes y cantaremos
pero en el fondo de mi sonrisa fiera
tras mis ojos encendidos
dentro de los callos de mis manos
bajo mi voz que canta al mar
llevo esa lanza
tu añoranza
clavada
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