Como gotas de agua
que se maravillan
de verse reflejadas la una en la otra
así soñé anoche contigo
como un navío herido
que apenas permanece a flote
exhausto por mi deriva
Mi corazón dividido
por el hachazo de tu sonrisa
te llama aullando
como el último lobo
en el páramo escondido
persiguiendote
con la misma esperanza loca
con la que se persigue a la propia luna
Tanto eres mi rumbo en estos días
tanto el norte de mi brújula
tan largo y sinuoso el camino
tanta pequeña piedra voy colocando
no sé si podré escalar las altas cimas
no sé si llegaré a andar las largas millas
no sé si al final de este recorrido
me esperarás tú
con tu mirada agradecida
y esas manos por las que suspiro
para mi tendidas
martes, 26 de julio de 2011
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