Ante la pregunta, que conmueve e inquieta a nuestra sociedad, de cuales son las razones para que una persona que dice estar enamorada de otra quiera irse a vivir con ella, podemos aportar las siguientes ventajas e inconvenientes de tan extendida práctica social, sin ánimo de ser exhaustivo y sin perjucio de posteriores estudios más detallados que puedan efectuar los académicos en el asunto.
A favor:
1.- Es lo 'natural'. Y definamos, para entendernos, como natural aquello que hace el 90% de la gente en esa situación (vamos, todo el mundo)
2.- Mejora la eficiencia en la producción, reproducción y consumo. Dos personas que pasan a vivir juntas, tienden a reproducirse, con lo que devienen unidad básica en el cómputo económico. Las labores de crianza son más fáciles, especialmente cuando la parte femenina de la pareja (apliquese a parejas heterosexuales), se especializa en ello y la parte masculina se dedica a la imprescindible tarea de la supervisión remota de los eventos deportivos.
3.- La cama esta menos vacía por las mañanas, las posibilidades de tener sexo aumentan, la disponibilidad de besos, abrazos y carantoñas es 'on demand', y de hecho, en caso de necesidad, pueden haber encuentros sexuales 'just in time'
4.- Se satisface la necesidad inherente al estado de enamoramiento de estar junto a la otra persona. Satisfacción que puede ser del 100%, 120%, 140%....
5.- En caso de enfermedad o emergencia, siempre habrá quien te cuide. Excepto si quien tiene que cuidar debe atender alguna supervisión deportiva.
6.- Volviendo a 2 (se me quedó a mitad), la mejora en la productividad es patente si existe la posibilidad de sincronizar horarios. Niños que tienen que ir a colegios, comidas, recogidas de esos niños, horas de entrada y salida, preparación de desayunos, comidas, cenas... Uno es facil no oir un despertador, dos es más dificil.
7.- Limpieza y mantenimiento del hogar. En casos excepcionales, este tipo de tareas se pueden compartir, aunque debe ser un caso muy extraño, no documentado en nuestra investigación. También permite que el uso de dos procesadores en las búsquedas de material extraviado (tipico caso de 'cariiiiiñoooo, ¿donde dejasteeee mis zapatillaaaas?')
8.- Volviendo a 2 (es recurrente) en ocasiones es la única manera de acceder a una vivienda digna en propiedad.
En contra:
1.- Pérdida de la libertdad e intimidad individual. Como primera ofrenda al amor, se hace entrega al otro de todo espacio individual, toda la vivencia resulta compartido. Los actos, salidas, excursiones, fiestas y visitas, todo ello es negociado.
2.- Pérdida de la independencia económica. La ventaja de 'facilitar' las tareas básicas de la vida crea una dependencia que hace perder la capacidad de mantenerse por sí mismo. Especialmente cuando todo esta diseñado para trabajar como dos, pagar como dos, pero cobrar como uno.
3.- La despiadada rutina. La pasión, el enamoramiento, tarde o temprano queda sepultada entre lavadoras, mocos y ventosidades. Cierto es que en esta investigación no se ha comprobado que en caso de no convivencia la pasión no desaparezca presa tan solo del vulgar tedio.
4.- Acomodamiento. Conforme pasan los años achacamos al 'ya no ser joven' el no hacer y el sumirse en lo doméstico. Como personas activas perdemos enteros cada año que pasa.
5.- Descompensación de las tareas domésticas. Siempre hay alguien más tolerante al caos que el otro (y normalmente es la parte masculina, que cruz).
6.- Amor por contrato. La querencia, el sexo, la exclusividad del mismo con la pareja, la fidelidad. Todo ello entra a formar parte del pacto por la cohabitación, puede que clausulas ferreas que se da por asumido que siempre va a ser así, y que en multitud de casos provoca reacciones de lo más miserables cuando se descubre que no es así.
7.- Rupturas traumáticas. En ocasiones, cuando la pareja ya no dá más de si como tal, en el plano sentimental, la separación es muchísimo mas dura por que se trata de desligar todo ese entramado de convivencia co-dependiente. Separar bienes, rutinas, dineros, niños... no es únicamente separar el amor. Y en muchas ocasiones ese reparto no es ni equitativo ni justo. Y en otras ocasiones esas rupturas ni tan solo se dan por no deshacer todo el tinglado, quedando amores zombies, como cascaras de nuez vacías.
8.- Ausencia de sorpresas (positivas). Supone un esfuerzo cada vez mayor el sorprender al otro, a la par que crece de forma proporcional la capacidad por soprenderse y encandilarse por personas externas a la pareja.
La conclusión a la que nuestro estudio llega es que la vida en pareja o no es una opción de cada cual, desde la objetividad que nos caracteriza nos abstendremos de recomendar una u otra. Si bien alertamos de que la opción A (vida en pareja) es la más extendida por la mera presión social, siendo evidente que, tan solo por costumbre, no es razón por la cual se deba adoptar sin al menos valorar los pros y los contras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Saiu-te um verdadeiro ensaio académico. Cuidado com a naftalina.
Era un ensayo para una amiga, no creo que le ayude, pero si le hace reir un rato ya vale ;)
Siempre lo puede imprimir y basarse en razones con olor a traça...
Publicar un comentario