miércoles, 7 de julio de 2010

Flores amarillas

Llevamos miles de años muriendo. Son millones todos los que ya se fueron, a veces violentamente, a veces con solo un suspiro. Todos los días, en todo instante alguien muere, cerca o lejos, joven o viejo. Algún día tú que lees, yo que escribo.

Llevamos atrás tantas muertes, somos fruto quizás de unas cuantas de ellas, y es increíble que aún nos sorprende, nos golpea aún cuando anunciada, la personificamos, la maldecimos, la tememos, nos preguntamos donde fueron, qué nos deparará, nos horrorizamos del vértigo del vacío, todo para llegar al mismo dolor repetido durante tantos indivíduos, las mismas lágrimas derramadas por tantos durante tantos y tantos años.

Morir es algo que aún no hemos aprendido. Y en el fondo la muerte es algo tan sencillo, lo verdaderamente difícil de explicar es el hecho de estar vivos.

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