A pesar de las canas me siento tan frecuentemente un niño, juguetón y tímido, a veces descubriendo, a veces cometiendo travesuras, a veces pidiendo disculpas, a veces maravillado de cosas insignificantes.
A veces me da la sensación de que tengo toda la vida por delante. Y en esos instantes, en ocasiones, me hago de repente viejo y veo que no, que ya hay una buena parte que queda por detrás, y la que queda ya no es tanta.
¿Como de viejo era Peter Pan?
miércoles, 23 de junio de 2010
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