Debo acostumbrarme a olvidar
el calor de tus abrazos
la locura de tu olor
tu latido junto al mío
Debo acostumbrarme a no buscar
tu mirada sincera y risueña
tu sonrisa traicionera
tu brillante melena
Debo acostumbrarme y cantar
y bailar hasta la madrugada
que sean mis manos quienes te llamen
que sea mi tambor quien grite por tí
que sea mi pandeiro
quien me salve
de tu hechizo
Debo acostumbrarme a ignorar
ese acorde que rasga la noche
hacer que no me quiebra el alma
esconder de tu vista como se me clava
Debo acostumbrarme a no escuchar
el retumbar en mi pecho hueco
vacío por tu ausencia
desierto tras tu huída
Debo acostumbrarme y cantar...
(para cantar con tono alegre y a velocidad moderada alta)
viernes, 17 de septiembre de 2010
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