lunes, 31 de agosto de 2009

Deixar-me apaixonar

Hoy he leido esta frase, en un texto de quien sabe si una amiga o una amiga de una amiga, es lo de menos.

Se pregunta si se debe dejar apasionar...

Yo también

Y me llama la atención la pregunta. Dejarse apasionar. Corresponde a sentir pasión por algo o por alguien (este caso más bien), y resistirse a ese sentimiento o dejarse arrastrar por él.

Que incongruencia. Con el concepto de pasión. Si es pasión... por más que te resistas no harás más que alimentarla.

Quizás vivimos desapasionados. O es lo que se pretende. O quizás no debemos estar permanentemente apasionados (que cansancio, físicamente agotador ¿no?) Quizás vivir sin pasión es una manera de ser manejable, predecible, sumiso. Quizás cuando algo te apasiona, mas si es un amor, quizás de alguna manera te vuelves salvaje, incluso peligroso. Desafiante.

Quizás la vida se compone de pequeñas pasiones. Otra incongruencia. ¿Puede una pasión ser pequeña? Volvemos al principio... ¿puede ser resistible? Si lo es, quizas es que no era tan pasión.

Nos acostumbran a ver la pasión como algo de jóvenes, de personas inmaduras. Quizás lo es, no lo sé. Quizás lo sea, quizás seamos una generación inmadura.

Pero si conseguimos resistir nuestras pasiones, si no nos dejamos que nos lleven... ¿que sabor va a tener nuestra vida? El de un zumo light, 80% de agua.

Deixar-me apaxionar....

¿Puede el agua resistirse al mar?

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